Dani Rodrik, las tensiones entre mercado global y estabilidad social y el trilema político
Dani Rodrik (Estambul, 14 de
agosto de 1957) es un economista y profesor universitario turco.
Dani Rodrik nació en Estambul,
Turquía, el 14 de agosto de 1957, y viene de una familia sefardí judía que
emigró de España a finales del siglo XV. Se graduó de la Robert College en esa
ciudad.Obtuvo su Licenciatura de Artes (Summa Cum Laude) en la Universidad
de Harvard, así como un doctorado en Economía y una maestría en Administración
Pública (MPA) en la Universidad de Princeton.
Se convirtió en un profesor Rafiq
Hariri de Política Económica Internacional en la Escuela de Gobierno John
F. Kennedy de la Universidad de Harvard, donde enseña en el programa de
Maestría en Administración Pública (MPA). De acuerdo con IDEAS/RePEc, Rodrik es
considerado uno de los 100 economistas más influyentes del mundo.
Ha publicado extensamente en las
áreas de economía internacional, desarrollo económico y economía política. La
cuestión de qué constituye una buena política económica y por qué algunos
gobiernos tienen más éxito que otros al adoptarla está en el centro de su
investigación. Sus trabajos incluyen Reglas de la economía: los aciertos y los
errores de la ciencia triste y La paradoja de la globalización: la democracia y
el futuro de la economía mundial. También es editor en jefe conjunto de la
revista académica Global Policy.
Se unió a la Asociación de la
Economía Mundial como miembro del comité ejecutivo en 2011.
Su libro de 1997 ¿Ha ido la
globalización demasiado lejos? fue calificado de “uno de los libros de economía
más importantes de la década” en Bloomberg Businessweek.
En su publicación, se centró en tres
tensiones entre el mercado global y la estabilidad social. Señalando que la
llamada "globalización" tiene el dilema de promover la igualdad
internacional al tiempo que expone las fallas entre los estados nacionales con
las habilidades y los capitales para tener éxito en los mercados globales y
aquellos sin esa ventaja, ve el sistema de libre mercado como una amenaza a la
estabilidad social y las normas internas. Según su análisis, hay tres
categorías de razones por las cuales surgen estas tensiones.
Primero, la tensión se produce
a través de la globalización porque las barreras reducidas al comercio y las
inversiones directas extranjeras trazan una línea clara entre las naciones y
los grupos que pueden aprovecharse esas relaciones transfronterizas y aquellos
que no pueden hacerlo. Rodrik se refiere a la primera categoría de grupos
como trabajadores altamente calificados, profesionales y aquellos que son
libres de llevar sus recursos donde están más en demanda. La segunda categoría
incluiría trabajadores no calificados y trabajadores semicalificados, quienes,
bajo la globalización, se vuelven más elásticos y fácilmente sustitutivos.
La segunda fuente de tensión
viene porque la globalización engendra conflictos dentro y entre las
naciones sobre las normas nacionales y las instituciones sociales. La
tecnología y la cultura están siendo más estandarizadas en todo el mundo, y
diferentes naciones con diferentes normas y valores tienden a mostrar repulsión
hacia tales normas colectivas difundidas internacionalmente en una forma
estandarizada.
Por último, la tercera amenaza
de la globalización surge porque ha dificultado enormemente que los gobiernos
nacionales proporcionen un seguro social de protección de su población.
En su libro La paradoja de la
globalización (2011), Dani Rodrik describió un triángulo cuyos vértices eran la
globalización económica, la soberanía nacional y la democracia como un trilema
en que solo se pueden escoger dos vértices, y los políticos occidentales
han tratado de tener los tres al mismo tiempo, lo que ha provocado el
descontento e incluso la rebelión de sus votantes, que pueden optar por
alternativas inciertas como el Brexit, el populismo o el ultranacionalismo
disgregador.
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